Agilismo: ¿qué es y para qué sirve?

Spotify, Amazon y Airbnb revolucionaron el mercado, hasta el punto de entrar en las listas de las compañías más rentables del mundo. Parte de su éxito se debe a la implementación de metodologías ágiles, es decir, una serie de estrategias que le dan mayor visibilidad a los procesos y permiten hallar impedimentos para resolverlos a tiempo y satisfacer las expectativas de los clientes.  

De acuerdo con Natalia Correa Castaño, experta en agilismo y creadora de Natalia Correa Social, empresa dedicada a la comunicación digital; este modelo representa grandes ventajas para las organizaciones, entre ellas: 

• Menos estructuras jerárquicas. Todos los puntos de vista son relevantes para la toma de decisiones, lo que genera un mayor sentido de pertenencia en los colaboradores y los mantiene alineados con los propósitos de la empresa.  
• Ayuda a identificar los impedimentos. Uno de los grandes aportes del agilismo es la posibilidad que brinda de visibilizar los procesos para reconocer los aspectos que pueden retrasar los tiempos de entrega. Además, permite que todos los colaboradores sepan qué responsabilidades tienen sus compañeros para aportar sus saberes y capacidades. 
• Se basa en la planeación. Facilita la organización de las actividades y la asignación de los equipos según los roles deseados, para cumplir con los plazos establecidos y crear una experiencia de usuario memorable.  
• Resalta la importancia de los objetivos. Privilegia la definición de planes de acción generales y específicos, con sus respectivas actividades y responsables. Estos objetivos se materializan en historias de usuario, es decir, en tareas que responden a la pregunta del qué al cómo. 
• Favorece la medición y construcción con el cliente. El agilismo busca que las empresas hagan entregas parciales para evaluar la satisfacción de sus públicos de interés y ajustarlas según sus sugerencias. 
• Equilibra las cargas. Propicia el seguimiento de los miembros del equipo de trabajo para identificar su capacidad y reasignar tareas en caso de que sea necesario. 

Las pequeñas, medianas y grandes empresas que quieran explorar las metodologías ágiles no necesariamente deben replantear por completo sus estructuras y procesos. “El agilismo no es una camisa de fuerza y se pueden tomar elementos de él para adaptarlos a las culturas de las organizaciones”, explica Natalia Correa.  

El agilismo contempla una serie de ceremonias que permiten evaluar las habilidades blandas y técnicas del equipo, incrementar la motivación y priorizar las actividades según los tiempos de entrega y la capacidad del equipo.  

Además, incluye unos roles estratégicos para liderar a los equipos y brindarles las herramientas y conocimientos necesarios, entre ellos se destaca el Scrum Master, que es la persona encargada de mantener la implementación de la metodología, mediar entre los diferentes públicos de interés e identificar los impedimentos que puedan afectar el curso normal de los procesos. 

Finalmente, el agilismo se puede aplicar en cualquier empresa, independiente de su tamaño o naturaleza, con resultados favorables para la cultura organizacional y la productividad. Su éxito depende del compromiso de los líderes y del equipo con los espacios de cocreación, seguimiento y priorización de actividades. 

Frase destacada:

Facilitador de equipos ágiles y Agile coach professional, son dos libros que pueden orientarte en la incorporación del agilismo.