¿Cómo gestionar el bienestar en las empresas?

En el mundo, cerca de 264 millones de personas padecen depresión, considerada la principal causa de discapacidad, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Muchas de estas personas también presentan síntomas de ansiedad, que pueden manifestarse o agravarse en el entorno laboral. 

Para ser coherentes con esta realidad, es importante que las empresas brinden las garantías necesarias para que los colaboradores desempeñen sus funciones, sin que esto represente un riesgo para su salud física y emocional. 

Como explica la psicóloga Estefanía Echeverri, para gestionar el bienestar con un enfoque integral en las organizaciones se han creado diferentes dependencias, entre ellas: Seguridad y Salud en el Trabajo, Clima y Cultura Organizacional y Bienestar. Desde allí se promueve la construcción de relaciones sanas, la alineación de expectativas, las aspiraciones personales, se busca mantener la motivación y se extienden los beneficios hacia el grupo familiar de los colaboradores, según el alcance de cada organización.  

Privilegiar el bienestar es un acto de responsabilidad que refleja la importancia que tiene para la compañía la individualidad de sus colaboradores. Además, genera un efecto positivo en el rendimiento de los equipos. De acuerdo con la OMS, por cada dólar invertido en la extensión del tratamiento de los trastornos mentales frecuentes se obtiene un rendimiento de cuatro dólares en la mejoría de la salud y la productividad. 

Además de impactar positivamente el cumplimiento de las metas u objetivos, de acuerdo con Echeverri, existen beneficios adicionales asociados a la gestión del talento humano, entre ellos: 

• Disminuir la probabilidad de que se presente el síndrome de burnout, también conocido como “el trabajador quemado”, que describe la realidad de muchos empleados que para responder a la sobrecarga laboral, entran en un estado de agotamiento que impacta su salud física y mental, con consecuencias que van desde la pérdida o aumento de peso, hasta la ansiedad, la depresión y el insomnio.  
• Incrementar la satisfacción con el rol que cumple cada colaborador: cuando las tareas asignadas a una persona no tienen relación con sus competencias, experiencia o habilidades, es probable que el resultado no sea el esperado. Sin embargo, si existe una coherencia entre los aspectos anteriores, el empleado será eficiente, tendrá un mayor sentido de pertenencia y estará alineado con las estrategias de la compañía.  
• Responder asertivamente a los cambios: hoy, la idea de permanecer 20 o 30 años en una organización ha perdido fuerza. Las nuevas generaciones han roto muchos paradigmas que obligan a las empresas a reestructurar sus modelos para que puedan ser atractivas y reclutar esas miradas necesarias para la competitividad.  

El bienestar de los colaboradores es una dimensión muy amplia que impacta el desempeño de sus funciones, su salud física y emocional y su relación con el entorno laboral. Comprenderlo desde una mirada integral impacta desde la necesidad de ajustar los procesos de selección, hasta la importancia de ofrecer beneficios que vayan más allá de las bonificaciones económicas, que, aunque son necesarias, no son el único factor que favorece la motivación. 

El contexto laboral se transforma cada día más y más y para adaptarse a él es necesario partir del conocimiento de las particularidades de los trabajadores, de sus expectativas, habilidades e, incluso, de su entorno familiar. De esta manera, se recibe un beneficio en doble vía que aporta a la productividad y al bienestar.