Ejercicio de cultura financiera: ¿quiénes queremos ser en cinco años?

¡Es tiempo de comenzar a construir nuestros sueños!

En ocasiones nos empeñamos tanto en las situaciones que se nos presentan en la vida diaria que nos olvidamos de pensarnos a futuro, y, aunque es cierto que hay que vivir el presente con plenitud, también es importante irnos preparando con tranquilidad, pero siempre con decisión, para los días que están por venir.

Vamos a realizar un ejercicio que nos permitirá hacer un alto en el camino por unos minutos, entender quiénes somos actualmente y en quiénes soñamos convertirnos en cinco años. Así podremos comenzar a construir el camino que nos llevará a lograr esa meta.

Estos son los pasos que te invitamos a seguir para realizar el ejercicio:

1. ¿Quiénes somos hoy?

2. Establezcamos nuestras prioridades.

3. Adoptemos la cultura financiera en nuestra vida.

4. Conozcamos opciones de financiamiento.

5. ¿Vemos nuestra meta más cercana?

¿En qué consiste este ejercicio?

A continuación vamos a profundizar en qué consisten los diferentes momentos de esta actividad. Solo necesitamos una hoja de papel y algo con que escribir. ¡Comencemos!

¿Quiénes somos hoy?

Para empezar el ejercicio que proponemos, dispongamos de un tiempo durante el día que nos permita unos instantes de reflexión. Elijamos un lugar tranquilo en el que no recibamos estímulos externos y hagamos un balance sobre nuestro presente de la manera más honesta posible. Planteémonos preguntas como:

• ¿Nos sentimos realizados?
• ¿Hemos dejado de hacer las cosas que queremos?
• ¿Cómo hemos aprovechado las oportunidades que se nos han presentado?
• ¿Podemos emplear de mejor forma los recursos con los que contamos?
• ¿Hemos logrado lo que nos propusimos o venimos aplazando nuestras metas?

Tengamos presente que no hay respuestas correctas o incorrectas, simplemente estas preguntas nos ayudarán a entender si estamos en un momento adecuado para el cambio. Una vez las hayamos contestado interiormente pensemos en esto: ¿estamos decididos y nos sentimos preparados para adoptar una nueva mentalidad que nos permita convertirnos en lo que deseamos ser?

Establezcamos nuestras prioridades

Enfoquémonos ahora en lo que buscamos lograr para nosotros y para las personas que hacen parte de nuestro proyecto de vida: hijos, padres, pareja o familiares, por ejemplo. Hagamos una lista de las cosas que siempre hemos soñado y anotémoslas en un papel en el orden que vayan llegando a nuestra mente.

Una vez anotadas, pensemos en cuáles de ellas son las más beneficiosas para nuestro futuro, bienestar y felicidad. Enumerémoslas, siendo el número uno la que mejor cumpla con estos tres criterios, el dos la que le sigue y así sucesivamente.

Para muchos de nosotros en esta lista aparecerán frases como “vivienda propia”, “montar mi negocio”, “ir a la universidad”, “realizar el viaje que siempre quise” o “conseguir un vehículo”. Permitámonos soñar con estas metas, sea cuales sean.

Ahora, pensemos en cuánto tiempo podríamos cumplirlas y qué lograríamos con cada una de ellas, teniendo en cuenta aspectos como:

• ¿Cuáles son nuestros ingresos fijos mensuales?
• ¿Es una meta individual o compartida con nuestro grupo familiar?
• ¿Impactará realmente de forma positiva nuestra calidad de vida y la de quienes nos rodean?
• Al alcanzarla ¿podremos cumplir otras metas de la lista más fácilmente?

Volvamos a lo que escribimos en la lista a la luz de estas respuestas y, proyectándonos a cinco años, ¿cuáles serían entonces nuestras prioridades?

Por ejemplo, si pusimos “vivienda propia” en el primer lugar de la lista, pero nuestra capacidad de endeudamiento aún no nos permite acceder a ella, y tenemos “educación superior” en el puesto dos, pensemos: “Un título técnico o profesional nos daría mejores ingresos y capacidad de ahorro para comprar una casa más adelante”. La educación pasaría entonces a ser nuestra meta prioritaria.

Adoptemos la cultura financiera en nuestra vida

Con nuestras prioridades mejor definidas, demos el siguiente paso: adoptar una cultura financiera. Esta consiste en aprender a tomar decisiones oportunas y acertadas en el manejo de nuestros recursos económicos de acuerdo con nuestras posibilidades y expectativas. Para esto:

• Elaboremos presupuestos mensuales y llevemos un control de los gastos.
• Nuestros egresos mensuales no deben superar nuestros ingresos.
• Cubramos primero lo esencial: arriendo, alimentación, salud y educación.
• Comencemos un ahorro programado.

Conozcamos opciones de financiamiento

Existen muchas entidades que pueden darnos una mano en lo que nos proponemos, desde bancos hasta organismos estatales y cajas de compensación. Es bueno para nuestra meta consultar periódicamente las nuevas opciones que vayan ofreciendo estas entidades y estudiarlas para saber si alguna de ellas se ajusta a nuestras necesidades y están en los márgenes de endeudamiento responsable para cada uno de nosotros.

En Comfenalco Antioquia contamos con algunas de estas opciones de financiamiento con tasas de interés más asequibles respecto al mercado que queremos compartir contigo:

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¿Vemos nuestra meta más cercana?

Ahora que hemos identificado nuestros objetivos y nos hemos informado sobre opciones de financiamiento que pueden acercarnos a ellos, comencemos a administrar los recursos con la firme intención de conseguirlos. Mantengámonos motivados en el logro de este propósito, pero siempre con los pies en la tierra, siendo muy responsables con el manejo de los ingresos y las deudas que adquiramos. ¡Esta es la clave para nuestro progreso personal y familiar!