¡Alto! Paradero de libros

De amor por los libros, pero también por todo aquello que se comparte en él: relatos, conversaciones, páginas que se pasan cuando hay sombra y brisa, tardes de lectura sobre deportes para imaginar cuando no hay un balón a la mano.

Elis Caicedo es promotora de Comfenalco Antioquia desde hace unos cinco años, nació en Apartadó y vive en Necoclí, pero regresa a Apartadó para desplazarse una hora en un chivero hasta llegar hasta el corregimiento de Puerto Girón y así realizar actividades de promoción de lectura, escritura y oralidad con esta comunidad que es diversa. El Paradero de Libros se encuentra muy cerca de la Institución Educativa Rural de Puerto Girón, de una casa ancestral y del río León, un punto cargado de sentido para sus habitantes.

La comunidad se ha apropiado del Paradero y pueden disponer de él cuando así lo requieran. Además, cuando Elis se encuentra trabajando con otros planteles, dos alumnas, Yareisi, de quinto, y Gleibys, de noveno, están siempre pendientes de salvaguardar los libros, sobre todo, cuando las lluvias hacen que el río se crezca.

“Ellas son como unas mamás para el Paradero. Me dicen, profe ya sacamos los libros o los limpiamos o hacen lecturas con base en lo que les he enseñado. Si llega un turista le abren el Paradero para mostrarlo con mucho orgullo. Todos le han cogido mucho amor porque los niños allí no tienen acceso al celular, a un balón de fútbol, entonces es su rinconcito para encontrarse, hablar y hacer sus tareas, ante la falta de una biblioteca. Es muy gratificante”.

Su estructura es similar a la de un paradero de buses y se ubica en el espacio público, con una cómoda banca y un sitio para almacenar las obras, decorada con colores vivos y diseños que van de acuerdo con la identidad de las regiones, afirmó Felipe Ávila, coordinador de Fomento de la Lectura de Comfenalco Antioquia, como parte de una apuesta de transformar cotidianidades y contextos. Su historia suma ya unos veinte años dando acceso a los libros y a las lecturas donde no hay cerca una biblioteca pública. Hoy se cuenta con seis Paraderos ubicados en Amalfi (Nordeste), El Hatillo (Barbosa), Necoclí (Urabá), Puerto Girón (Apartadó), Santa Fe de Antioquia (Occidente) y Granada (Oriente).

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Los Paraderos llegan a las regiones, explica el promotor César Bermúdez, gracias a alianzas con las administraciones municipales o institución sociales o culturales, y cada uno de ellos tiene una colección de 300 libros, con los que se desarrollan actividades y también se prestan a los usuarios, que no son solo estudiantes pues el acceso es abierto.

Katerine Giraldo se encarga desde 2020 del Paradero de Libros de Granada. Según ella, esta es una estrategia que aporta porque se genera una descentralización de los procesos bibliotecarios. “Organizamos promociones de lectura, horas del cuento, cine foros, conversatorios. Hacemos hincapié en los juegos tradicionales, en la recuperación de la memoria, en generar a través de los libros una estrategia de sanación de muchas problemáticas que viven los niños, porque a través de la literatura podemos tratar temas que son trascendentales”.

Elis y Katerine tienen en común una expresión: estar en el Paradero de Libros las ha hecho mejores promotoras y personas. Elis debe pasar por fincas bananeras y veredas para llegar a su destino, recorrer largas distancias no solo para ir al Paradero sino a otras escuelas; Katerine se asienta en el parque de Granada, pero recibe a personas de muchos lugares. A las dos las reciben siempre con alegría, se siente el vínculo.

No es solo una estrategia para beneficiar a la comunidad, agregó Katerine, “siento que los promotores de lectura que hemos pasado por ellos redescubrimos los municipios, y como personas y profesionales redescubrimos el trabajo bibliotecario y vemos esto tan bonito: que este siempre le aporta más a uno de lo que uno puede entregar”.

350 personas en promedio al mes se benefician de los Paraderos de Libros en Antioquia.