Acompañamos a 210 familias del Occidente con Atención Integral a la Niñez

Ayudamos a los hogares del Occidente Antioqueño con encuentros educativos para niños, niñas y madres gestantes, espacios que promueven la estimulación temprana en torno al desarrollo infantil.  

Los ambientes y el juego favorecen la interacción y la exploración de los niños, promoviendo el desarrollo de su pensamiento, sensibilidad, imaginación y creatividad. Esto lo sabe muy bien Claudia Patricia Yepes, quien durante todo su embarazo estimuló a su hija Emiliana con sonidos, luces y sensaciones.  

Según la ciencia, en los primeros meses de gestación, el bebé está conectado con las emociones de su mamá, por lo que es importante que haya estimulación no solo para que el niño o la niña tenga seguridad o tranquilidad sino también para estrechar los vínculos afectivos.  

A pesar de los cuidados de Claudia, su parto no fue fácil, ella y su bebé sufrieron taquicardia y permanecieron más de una semana hospitalizadas.  

“De no ser por el acompañamiento psicológico que me brindó Comfenalco Antioquia, este proceso hubiese sido aún más complejo, yo estaba nerviosa y desesperada porque no sabía si mi hija iba a salir del hospital, la Caja me dio tranquilidad en el proceso posparto”, contó.  

Ella y su bebé de 6 meses participan del programa “Gestación a dos años” de Comfenalco Antioquia, que brinda a las familias acompañamiento nutricional, psicológico, social, artístico y pedagógico para que los niños tengan un mejor desarrollo físico y emocional.  

Al igual que Claudia, 210 familias de Santa Fe de Antioquia, Sopetrán, Giraldo y Dabeiba se benefician de este programa, en convenio con las alcaldías municipales. Del total, 88 son de la zona rural y 122 del casco urbano.  

La profesional pedagógica de Comfenalco Antioquia Johana Vargas explica que las familias se favorecen con encuentros educativos para niños, niñas y madres gestantes, espacios que promueven la estimulación temprana en torno al desarrollo infantil; así como la estimulación prenatal, promoción y prevención de las enfermedades prevalentes en la primera infancia.  

Además de paquetes nutricionales, las familias reciben educación en seguridad alimentaria para incentivarlas a elaborar recetas saludables, hacer un uso adecuado de los productos entregados, así como la siembra y uso de los productos regionales.  

También hay capacitación en entornos protectores, buen trato, promoción de hábitos y rutinas de vida saludable, lactancia materna y vínculo afectivo. “Se forma a las familias para que detecten alertas en el crecimiento y desarrollo, por ejemplo, si el niño no gatea o no camina bien. Queremos que los padres se empoderen de los procesos educativos de sus hijos", detalló Vargas.  

La Caja también le apuesta a disminuir los riesgos de violencia contra niños o entre los miembros del hogar, lo que favorece el contexto donde está el niño. Esto se logra mediante asesoría sicológica y estrategias artísticas con experiencias por medio de la pintura, la música, la danza y el juego, para que los niños exploren los lenguajes con sus sentidos.