Más de 270 personas extraedad se graduaron de primaria y bachillerato con Comfenalco Antioquia este año

Con 56 años, Romelia Calle cumplió el sueño de graduarse de bachillerato el pasado 14 de diciembre y se demostró a sí misma que no hay límites ni edad establecida para volver a empezar. Al mismo tiempo que era costurera, era madre, abuela, ama de casa y estudiante de física, química, matemáticas, inglés y español, materias que le daban miedo cuando empezó porque hacía más de cuatro décadas que no cogía un cuaderno.

Ella cuenta que interrumpió sus estudios de primaria a los 9 años, no porque no quisiera ir a la escuela sino porque la violencia de su vereda no la dejaba transitar libremente por el campo, luego, en su adolescencia, tuvo un bebé y tampoco pudo seguir; cuando pensó que podía, el 30 de julio de 1999, las Farc destruyeron a Nariño, su pueblo, ubicado en el Oriente antioqueño, que vivió unas de las tomas armadas más complejas del país. Tras 36 horas de violencia, el 80 % del municipio estaba destruido y el 50 % de los habitantes, es decir, 9.000 personas se desplazaron, entre ellas, Romelia y su familia.

Luego del éxodo, esta madre soltera llegó a Medellín, una ciudad desconocida, para defenderse como pudiera con cuatro hijos. Tenía 33 años, pero el sueño de estudiar cada vez se postergaba más y más, hasta que en 2018 conoció el instituto de Educación de Comfenalco Antioquia.

Al igual que Romelia, 272 personas extraedad se graduaron este año de primaria y bachillerato con esta caja de compensación que les brinda a los jóvenes y adultos la oportunidad de estudiar de forma gratuita y con horarios flexibles, sin interrumpir su vida laboral ni la crianza de sus hijos o nietos. Este beneficio es para afiliados categoría A y B, es decir con ingresos inferiores o iguales a los cuatro salarios mínimos.

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Jorge Alejandro Gómez Bedoya, director de Comfenalco Antioquia, explicó que “decidir retomar sus estudios sin importar la edad, las circunstancias o la etapa de la vida en que se encontraban, tiene un gran significado para nosotros: la valentía de tomar decisiones por el bienestar propio y de los demás”. Para la Caja, acompañar este proceso contribuye a la transformación social y es un posibilitador de oportunidades, que ayuda a cumplir metas. “Sabemos que no es fácil conciliar la vida personal, laboral ni académica y damos las gracias a las empresas que hacen posible, con sus aportes, que impactemos más vidas desde la educación”, agregó el director.

Las clases están diseñadas para cualquier persona que desee terminar sus estudios básicos, por ello, los estudiantes que no comprendan sobre lectura y escritura entran a un proceso de aprendizaje con docentes especializados, lo que permite que personas mayores de 50 años realicen este curso de manera personalizada y con la metodología adecuada.

La Caja continúa trabajando para cerrar la brecha de analfabetismo y por ello tiene metodologías especiales para las personas que no saben leer ni escribir puedan adquirir estas competencias y avanzar en sus estudios. Según datos de la Gobernación de Antioquia (2018), en el departamento hay 181.458 personas que no saben leer o escribir.

Entre las barreras para estudiar esta el tiempo, por lo que la Caja busca que las personas puedan estudiar sin obstáculos con clases nocturnas y fines de semana, virtual o presencial. Para este nuevo año escolar, las matrículas están abiertas entre el 10 de enero y el 28 de febrero.